Quizá no se llamativo para (casi) nadie pero en la actual etapa se da uno de esos dobles sentimientos que los ingleses llaman mixed emotions:
por una parte hay una conciencia superficial, media y a veces hasta profunda, de que vivimos en una sociedad tecnológica, concepto que siempre me ha parecido un poco dudoso por que hay escasos ejemplos de etapas históricas donde la tecnología no haya influido en la forma de vivir y sobrevivir de la gente
la cara B o pensamiento simultaneo es que la tecnología actual no tiene una buena imagen social, criticada con más o menos acierto por los millones de personas que la usan y sin duda, se aprovechan de sus indudables ventajas (¿alguien recuerda la etapa anterior a la telefonía móvil o Google Maps?)
Se puede argumentar que en realidad esta dualidad poco importa visto lo bien que les ha ido estos últimos años a las tecnológicas, pero estas empresas también son conscientes de que un relato social negativo hacia sus productos/servicios es una fricción que les cuesta dinero o una penetración más lenta
Esta es la razón por la que (San) Google ha entrado, con poco ruido pero esperando muchas nueces, en el mercado Hollywood , mediante un acuerdo con Range Media Partners una pequeña pero influyente empresa privada, que trabaja para los grandes estudios y plataformas , con el objetivo indisimulado de producir films bajo la marca 100 Zeros que ofrezcan una imagen (más) positiva de la tecnología, especialmente de esta nueva plataforma en ciernes que es la IA
En principio no se trata de hacer originals para su exitosa plataforma YouTube, estrategia que curiosamente rara vez ha funcionado bien, sino de crear films para lo que queda del cine y las plataformas de video como Netflix, Amazon o la propia Apple
¿Se puede dar la vuelta al relato demoledor y pesimista de Black Mirror, que va por su séptima temporada? se puede, pero nunca es una estrategia a corto plazo, por que el miedo y la culpa siempre venden (¿herencia de nuestra cultura cristiana?),
No creo que esta iniciativa de los 100 Zeros la haga Google solo para crear una imagen Disney de su tecnología, y sin duda hay más factores en juego:
por ejemplo, la sospecha generalizada de la tribu Hollywood y por extensión, de eso que Florida llamaba Creative Class, de que la IA se va merendar sus bien pagados empleos a medio plazo o que el ahora gigante de las respuestas (antiguo coloso de las búsquedas) persiga una integración vertical de esta industria del ocio para alimentar sus modelos de IA o simplemente para hacer marketing de sus productos